Publicado por
Antonio
on
sábado, 26 de marzo de 2011
Estaba yo pensando, cuantísimas
buenas ideas rondan nuestra cabeza y qué pena que no se lleven a cabo.
- Está el pensamiento de querer ver a esa persona típica que nos cae super bien y hablar y tomar café pero nunca "surge".
- O esa increíble idea de regalar un ramo de flores un día inesperado a nuestra gran amiga, novia o mamá con una buena carta.
- O también ese remordimiento que se nos queda después de haber despedido a alguien y piensas: "debería haberle dicho... (que me ha alegrado un huevo el rato que hemos estado juntos - por ejemplo)".
- O quizás la idea de meternos en una residencia de ancianos o cualquier sitio donde ayudar a pasar el rato de charla y así descubrir el poder de alegrar de nuestra "simple" compañía.
3 comentarios:
Bueno, lo primero no sé si este comentario saldrá a la luz. Aún estoy un poco pez en todo lo que no sea blogger. Respecto a tu entrada, me parece muy buena reflexión. Algunos dicen que uno se arrepiente más de lo que no ha hecho que de lo que sí ha hecho. Yo creo que depende de lo que se haga y las ideas de esta entrada, creo que son de esas, de las que si no las haces, luego te arrepientes.
Un besazo. Me pareces un chico Majísimo, no cambies y si lo haces a mejor, eh! :P
Petunia. www.latiendounsuenno.blogspot.com
El temor a mostrarnos nos cohíbe... salvo en la web, donde disparamos desde el cálido resguardo de la intimidad... y, ¿con guitarra?... es otra cosa, ¿verdad?
Es que las ideas están muy bien mientras son ideas. Pero llevarlas acabo implica esfuerzo, tiempo...y eso no es algo que nos guste derrochar alegremente. No a la mayoría al menos.
Me encanta tu blog, te leo desde hace tiempo.
Saludos
Publicar un comentario
Siéntete libre para dejar un comentario ¡Que no se os olvide poner vuestro nombre! :)